LLuvia cae durante dos semanas. Cielos grises, agua y luces planas uniformadoras que apagan la vida. Es el cielo un reflejo de mi vértigo y la luz un eco de mis pensamientos. Situación de sudor frío ante el abismo. Mareo interior, pensamientos acumulados en tromba se apelotonan y no todos tienen salida. Empujan y me siento peor. Definitivamente soy yo. Dudas despejadas sobre mi horizonte vaporoso e incosistente. Mis actos se disocian de lo que creo que soy, me tengo engañado. ¿Existe el absoluto?
Repito que no para creermelo: estoy invertido y no sé cómo darme la vuelta.
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